Maneras eficientes de limpiar tus dientes en casa
Todas queremos tener una dentadura perfecta y parte de ello es la blancura que tienen tus dientes así que si es un aspecto que te preocupa aquí te dejamos algunos tips para blanquearlos desde casa y con poco presupuesto.
Pasta de peróxido de hidrógeno y bicarbonato de sodio. El bicarbonato de sodio y el peróxido de hidrógeno son de los remedios caseros más utilizados para blanquear los dientes.
Tip: mezcla bicarbonato de sodio y peróxido de hidrógeno en una pasta de dientes y úsala en lugar de la habitual. Simplemente agrega unas cuantas gotas de peróxido al bicarbonato de sodio y revuélvelo hasta que se forme una pasta. Luego, ponla en tu cepillo de dientes y listo. Lo más recomendable es usarla de 3 a 5 días y luego esperar de 3 a 6 meses para volverla a usar.
Mermelada de fresa. Las fresas contienen ácido málico, que es ideal para disolver el café, el vino tinto y las manchas de té en los dientes. Muele 1 o 2 fresas y agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio. “Usando un cepillo de dientes para niños (éste ayuda a limpiar mejor entre los dientes), frota esta mezcla en tus dientes de 5 a 7 minutos. Después, usa hilo dental para sacar las semillas de las fresas que se hayan quedado atoradas. No es bueno usar demasiado este remedio. El ácido de la mermelada puede picar tus dientes y, en el peor de los casos, hacerlos más susceptibles a que se manchen.
Mascarilla de plátano. Los minerales en una banana son absorbidos por el esmalte y tienen efectos saludables de blanqueamiento. Después de cepillarte y usar hilo dental, los expertos recomiendan pelar un plátano maduro y luego frotar un pedazo de la parte interna de la cáscara en tus dientes durante dos minutos. Luego enjuágate y vuélvelo a hacer antes de irte a dormir.
Pasta de carbón. El carbón activado es un remedio que está de moda por sus beneficios desintoxicantes. Resulta que también sirve para blanquear los dientes, ya que sus gránulos se adhieren a las bacterias antes de que los manchen. Mezcla carbón con una pequeña cantidad de agua y aplícalo suavemente sobre todos los dientes. Déjalo reposar durante dos minutos y luego enjuágate con agua hasta que ya no queden residuos.
Recuerda que todo en exceso es malo así que usa estos métodos de manera adecuada para que el remedio no salga peor que la solución y empieza a sonreír más.