Cosas que hacen los niños y que nunca debimos dejar de hacer
Cuando somos niños disfrutamos jugar a ser grandes, y este mundo nos es totalmente atractivo de muchas maneras, pero… ¿por qué no probar a ser niños de nuevo? Existen ciertas cualidades en los niños que aún nos siguen haciendo falta en el día a día y que combinadas con nuestra experiencia de vida y crecimiento personal pueden enriquecer la vida de adultos.
Asombrarnos. Sorprendernos con los pequeños y valioso detalles de la vida es una de las cualidades de todos los pequeños, misma que hace que su vida sea más interesante al valorar cada uno de esto detalles. Un atardecer, una nube, un bicho raro, la forma de un árbol son esas pequeñas cosas que no debemos dejar de apreciar.
Imaginar. La imaginación de los niños es un don increíble y esto se debe en parte a que no limitan su mete sino que la dejan soñar y fluir.
Ser más sinceros. Los niños son francos y aunque a veces pueden pecar de imprudentes, su intención no es mala. Conforme vamos creciendo aprendemos a limitar la verdad u ocultarla. Retomemos este bonito valor.
Divertirnos. Al crecer vamos dejando la diversión atrás y llenándonos de pendientes del trabajo, escuela y casa, y aun peor, nos volvemos muy superficiales y exigentes en la manera de conseguir esa “diversión”, por qué no seguir haciéndolo de vez en cuando con algo tan sencillo como una caja de cartón o unos colores.
Mostrar libremente los sentimientos. Estar contento, triste, enojado, son sentimientos naturales de cualquier persona, ocultarlos no los va a desaparecer, seamos sinceros con nosotros mismos y con los demás acerca de cómo nos sentimos.
Ser auténticos. Los niños tiene una personalidad autentica, sin marcas de restricciones, estereotipos, apariencias, etc. y son felices en mostrarlo por que lo más cómodo es ser uno mismo.
¡Saquemos a nuestro niño interior!